El 30% de los jovenes, menores de 25 años y varones, mantiene contacto con su empresa en vacaciones


Esa es la principal conclusión de un estudio de la compañía Randstad, que cifra en un 30% los trabajadores que reconocen que mantienen contacto con la empresa durante sus vacaciones, un 0,8% más que en 2018

 

Esa es la principal conclusión de un estudio de la compañía Randstad, que cifra en un 30% los trabajadores que reconocen que mantienen contacto con la empresa durante sus vacaciones, un 0,8% más que en 2018. Este problema ha aumentado especialmente en los jóvenes y ya afecta al 48,6% de los trabajadores menores de 25 años,sobre todo, debido a los whatsapp.

Ese, precisamente, es el canal más habitual de contacto por las empresas con un 59,6%, seguido de las llamadas telefónicas (51,3%) y los correos electrónicos (36,1%) procedentes del entorno laboral, pudiendo llegar a generar estrés y reducir la competitividad de los trabajadores.

JOVENES Y HOMBRES, LOS QUE MENOS DESCONECTAN

Según el informe de Randstad, los menores de 25 años son los que más contacto mantienen con la empresa (48,6%), seguidos por los que tienen entre 25 y 45 años (37,2%). Por el contrario, son los profesionales mayores de 45 los que menor contacto tienen con sus empresas durante las vacaciones, con un 24,2%.

Ese mismo informe detecta, también, que a los hombres les cuesta más desconectar durante el periodo vacacional, con un 31, 4% frente al 28,2% de las mujeres.

LAS TEMIDAS CONSECUENCIAS

La falta de desconexión puede tener "efectos negativos tanto físicamente como psicológicamente en los trabajadores", explica la coordinadora del grupo de salud laboral del Colegio Oficial de Psicólogos de Madrid, Elisa Sánchez. "El cuerpo está en un estado de alerta permanente lo que puede generar estrés y pérdida del sueño", añade la psicóloga.

Otros de los efectos que se pueden desencadenar la falta de descanso son: tensión muscular, contracturas y problemas digestivos o en la piel.

“A nivel emocional es también muy importante ya que no se está disfrutando las vacaciones como se había planificado. Algunos incluso cambian sus planes porque no tienen cobertura o wifi en el destino vacacional”, apunta Sánchez, que lamenta que no se pase más tiempo con la familia y que los hijos "tomen ejemplo" de "la conexión constante" de los padres.